El uso de tabletas por parte de los niños puede tener consecuencias negativas en su desarrollo emocional, según un estudio publicado en ‘JAMA Pediatrics’. Este estudio encontró que el uso de tabletas por parte de niños de 3.5 años se asoció con arrebatos de ira y frustración un año después, a la edad de 4.5 años. A su vez, estos arrebatos de ira y frustración se relacionaron positivamente con el uso de tabletas a la edad de 5.5 años, lo que sugiere un ciclo perjudicial para la regulación emocional.
El estudio se llevó a cabo en Canadá y siguió a 315 niños a lo largo de tres años. Los resultados mostraron que los niños aumentaron su tiempo de uso de tabletas a medida que crecían, pasando de 6.5 horas por semana a los 3.5 años a 7.0 horas por semana a los 5.5 años. Los padres encuestados señalaron que utilizaban las tabletas para mantener a los niños ocupados mientras realizaban tareas importantes, lo que sugiere que el uso de tabletas puede ser una actividad solitaria para los niños.
Además, el estudio destacó que los niños que expresan más ira pueden recurrir a estrategias digitales para moderar sus arrebatos. El uso de pantallas por parte de los padres para calmar a los niños o ayudarles a regular su comportamiento y emociones es una práctica común en niños pequeños y preescolares. Sin embargo, es importante considerar la calidad del contenido que los niños ven en las tabletas y la naturaleza de sus interacciones con las pantallas.
Los expertos sugieren que investigaciones futuras deberían analizar las diferencias entre un uso activo y pasivo de las tabletas, así como explorar aplicaciones y programas que puedan apoyar el desarrollo de habilidades de regulación emocional en los niños. En última instancia, es importante que los padres y cuidadores supervisen el uso de tabletas por parte de los niños y fomenten actividades que promuevan la interacción social y el desarrollo emocional saludable.